Desde el módulo de ecoconsejero, durante esta pasada semana se han obtenido los datos pertinentes para la puesta en valor del sendero del Carpio, con objeto de incluirlo (como ya sabéis) en un libro de senderos, junto con todos los demás,ademas de un folleto explicativo en un formato mas reducido, de cada uno individualmente.
Este sendero, destaca por su variedad florística, sobre todo, además de por la fauna en general, que se puede observar y/o escuchar durante todo el recorrido.
Breve descripción:
En esta ocasión es de trazado lineal, con una distancia entre ida y vuelta de 8,6Km.
Comienza en la iglesia de San Andrés Apóstol y termina en el peñón de Jituero. Atravesando arroyos, dejando en el margen derecho el EDAR, ascendiendo por pistas de tierra circunscritas por vegetación de ribera, dejando paso poco a poco al monte mediterráneo.
Continúa por una estrecha senda que discurre sobre afloramientos de molinaza, caracterizada por un matorral muy rico y diverso propio de sierra morena, además de por un gran número de orquídeas (hasta 7 pudimos distinguir), que no nos dejaron indiferentes.
Seguimos el recorrido acompañados en partes por una verja de piedra, en la que con facilidad los reptiles (lagartijas y lagartos) nos observan inmóviles, a nuestro paso.
Llegamos a la zona donde se enclava un mirador natural, próximos ya al peñón, desde este lugar las vistas son espectaculares, se puede ver el arroyo Tamujoso, cubierto de vegetación riparia, grandes vegas de un color verde muy llamativo, rapaces en vuelo sobre nuestras cabezas, manchas de pinar en frente de nuestras miradas, salpicadas de roquedos y pies de encina. Lugar digno de escudriñar con nuestros prismáticos!!
Tras abandonar la zona del mirador, descendemos para escasamente unos 700 metros llegar a nuestro destino, este gran macizo llamado Peñón de Jituero, donde los amantes del turismo activo con grandes dosis de riesgo, comprobaran que este lugar es perfecto para iniciarse y perfeccionarse en la escalada.
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