Adamuz pone en marcha la ruta del agua

El Ayuntamiento de Adamuz está llevando a cabo la recuperación de numerosos manantiales, arroyos, pequeños pantanos, etcétera, con los que está creando “La ruta del agua”, una nueva oferta turística con un recorrido de más de 14 kilómetros, que pretende dar a conocer la gran riqueza hidráulica de esta localidad. Estas zonas están localizadas en las inmediaciones del casco urbano y cada una tiene su propia historia y motivo de visita. La ruta tiene seis infraestructuras hidráulicas, a cual más bella e interesante a nivel didáctico.

            Una de las actuaciones que se está llevando a cabo con fondos propios y el Plan de Dinamización Turística Sierra Morena y el Profea es la de una antigua presa en el arroyo El Concejo, situado en las traseras del municipio, que servía para mover un antiguo molino de harina del siglo XVII. Una corriente de agua, obstruida y ocultada por un cañaveral, se ha convertido en una zona de recreo y esparcimiento digna de ser visitada. En torno a estas nuevas infraestructuras turísticas, que se están señalizando y en las que se están colocando descansaderos y zonas de esparcimiento, se ha generado una nueva propuesta turística para los amantes de la naturaleza, que la pueden visitar en cualquier época del año.

          Según ha explicado el alcalde, Manuel Leyva (PSOE), “Adamuz cuenta con decenas de acuíferos que estaban abandonados y lo que pretendemos es que vuelvan a ser útiles, en este caso para que los propios adamuceños descubran infraestructuras que habían desaparecido o que estaban a punto de destruirse”. Asimismo destaca la participación ciudadana, ya que muchos vecinos están aportando piedras y elementos antiguos para que este tipo de infraestructuras hidráulicas vuelvan a tener vida.

        Zonas de merendero y recorridos señalizados con frondosos paisajes de encinas y olivares surcan estos parajes naturales, entre los cuales se descubren además especies cinegéticas y vegetales autóctonas, así como antiguas infraestructuras y relieves montañosos de los que emanan agua que antiguamente servían para regar las huertas de este pueblo serrano. Muchas de las canalizaciones incluso proceden de la época árabe.

         Los manantiales recuperados, de los que antiguamente bebían los vecinos, vierten su agua a los arroyos. Muchas de ellas incluso tenían un poder curativo. Todo el material que se está colocando en estos nuevos recorridos es del territorio.


FUENTE: Diario Córdoba

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